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Entendamos una fractura de tobillo y pie como la ruptura de un hueso, que a pesar de su quiebre, la naturaleza humana busca resolver el problema a través de la cicatrización como con cualquier otro tejido del cuerpo.
El ortopedista idóneo busca encontrar la mejor posición posible donde no se altere la función de la parte comprometida, a través de métodos de fijación como placas tornillos, clavos o yeso, de acuerdo a las características de cada fractura.
Es importante tener en cuenta que toda fractura deja secuelas, debido a que no solo se lesiona el hueso sino que además se compromete tejidos blandos como los ligamentos, los músculos o los tendones que permiten que las características normales de función y forma se pierdan.
Muy puntualmente cuando las fracturas son en el tobillo o pie, la posibilidad de que el cartílago se comprometa también es mayor en comparación con otros segmentos del cuerpo. Una vez que esa fractura compromete otras estructuras, el riesgo de tener artrosis secundaria es muchísimo más alta por la siguiente razón: el tobillo cuenta con tres (3) huesos a su alrededor, el pie tiene 23 huesos y en conjunto soportan la carga total del cuerpo humano, por esta razón, las posibilidades de tener secuelas son muchísimo mayores.
Toda fractura cicatriza y allí empieza un proceso de rehabilitación que consiste en re entrenar el tobillo o pie con respecto a la marcha, en mejorar su función y en tratar de optimizar al máximo la función de la articulación.
Hay condiciones que pueden predisponer a las personas a tener recidivas; sin embargo, los pacientes comúnmente tienen la tendencia a mezclar o confundir una complicación con una secuela, y son dos conceptos completamente diferentes: una secuela es lo que dejó una fractura, una complicación es secundaria a la intervención que se hace para manejar esa secuela que generalmente tiene una connotación negativa.
Por ejemplo: en un edificio, la secuela de un terremoto son sus vigas torcidas o puertas desencajadas; una complicación es intervenir la viga torcida del edificio pero que esta se termine de partir.
Los hábitos de vida saludable, el control del peso, el desarrollo de actividades según la edad y el control con médicos especialistas en el tema, aseguran tener un diagnóstico específico, oportuno y de mayor brevedad para cada caso en específico. Si consideras necesario revisar tu caso, contáctate con nosotros y así podemos orientarte de la mejor manera.